9 de mayo de 2016

Chorlitejo chico

El Chorlitejo chico (Charadrius dubius), como el resto de los chorlitejos, es un ave limícola de pequeño tamaño, con el pico corto, las partes superiores pardo oscuras y unas marcas faciales y pectorales características. En plumaje nupcial se distingue de otros chorlitejos por su anillo ocular amarillo, la franja pectoral negra completa, el pico muy oscuro, las patas ocráceas y por carecer de franjas alares. En plumaje invernal es de tonos menos contrastados. Los inmaduros tienen una franja pectoral incompleta de color marrón y la garganta y la frente blanco amarillentas. En la península Ibérica es un nidificante común, con una población nidificante estimada en 1.600-2.300 parejas en España en 1995. La población ibérica es fundamentalmente estival. Por otra parte, es un migrante escaso procedente del resto de Europa, cruzando mayoritariamente por el interior de la península hacia sus zonas de invernada en África. Además, es un invernante muy escaso, con 100 aves anuales de media. En Cantabria es un nidificante seguro en el embalse del Ebro, la bahía de Santander y las marismas de Santoña. En la bahía de Santander criaron 30 parejas en 1989, 8 en 1993 y 20 en 1998. En el embalse del Ebro actualmente nidifican unas 30 parejas. Además, es un migrante escaso. El paso postnupcial se desarrolla de mediados de agosto a mediados de octubre, y el prenupcial, más notorio, de finales de marzo a finales de mayo. También es un invernante muy escaso, con 0, 0 y 30 aves en los censos de invernantes de enero de 1978, 1979 y 1980, y ninguna en el de 1992. En las Marismas de Santoña es un nidificante muy escaso. Se localizaron 8 nidos con huevos en 1988 en arenales próximos a las marismas de Colindres. En 1989 se transformó el hábitat de nidificación debido al vertido de limos y arenas dragados en la ría de Treto. En el mismo año, y quizás en la misma zona, otros ornitólogos encontraron 2 parejas nidificantes en mayo. En años posteriores se produjeron intentos de reproducción en Colindres y Laredo. También es un migrante e invernante muy escaso, con tan sólo la cita de 30 aves en el censo de invernantes de enero de 1980.
(Extracto de mi libro "Aves marinas y acuáticas de las marismas de Santoña, Victoria, Joyel y otros humedales de Cantabria", editado en Santander en el año 2000 por la Fundación Marcelino Botín).

Su principal problema es la destrucción o alteración de las zonas de nidificación. Las avenidas naturales de los ríos generan cada año playas de guijarros y gravas sin vegetación donde nidifican. La construcción de embalses altera la dinámica natural de los ríos, propiciando que las riberas y las graveras se cubran de vegetación.

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